domingo, noviembre 26, 2006

 

Ley de Sociedades de Convivencia

Mucho se ha hablado ya de la Ley de Sociedades de Convivencia que se ha aprobado en el D.F. Desde luego, yo tengo mi propia opinión al respecto: creo que es una iniciativa muy poco ambiciosa y hecha de la manera incorrecta: en vez de simplificar la ley para hacer más claros y más universales los derechos (tal como se ha hecho en España, por ejemplo), se diseña una nueva institución y se hace una ley compleja y enrevesada, que creará numerosos problemas administrativos y cuyo efecto real dependerá mucho de la interpretación que hagan los jueces (y de las carencias del sistema judicial mexicano ya hablaremos otro día...)

Si alguno está interesado en el tema, el próximo martes 29 de noviembre, a eso de las 21:40, estaré como invitado en el programa "Reyes, Reinas y Reinonas", que se puede oir en www.radionocturna.com. Aunque normalmente este programa, conducido por Marcela Cruz, trata temas de sexualidad alternativa, este martes se hablará de las distintas iniciatiavas legales que afectan a aquellas personas con estilos de vida menos usuales.

jueves, noviembre 23, 2006

 

"Cleavages" mexicanos

Si, como decíamos en la entrada anterior, el sistema de partidos de una democracia tiende a representar fielmente cuales son los principales "cleavages" de la sociedad, también puede hacerse el razonamiento contrario, y intentar identificar esos "cleavages" a partir del sistema de partidos.

Según esto, ¿qué justifica la existencia de tres grandes partidos en México? Para que existan tres partidos, al menos deben existir dos grandes "cleavages" (ya que cada "cleavage" divide a la sociedad en dos partes, como mucho).

El primer "cleavage" es obvio, y es común a muchas sociedades. Se trata de la división entre privilegiados y no privilegiados, o lo que es lo mismo, entre quienes están interesados en mantener el "statu quo" y quienes desean cambiarlo. Puede verse también como división entre conservadores y progresistas, o entre derecha e izquierda, aunque estos últimos términos en ocasiones sean bastante engañosos (existen "izquierdas" muy conservadores, como podrían ser los sindicatos de clase, igual que existen "derechas" muy progresistas, como serían los partidos ultraliberales centroeuropeos). Muchas cuestiones políticas se polarizan alrededor de este cleavage ("los cleavages tienden a alinearse" sería un principio fundamental del "cleavage dynamics"), tales como la confesionalidad o laicismo del estado, las cuestiones de derechos civiles, las cuestiones fiscales, etc.

Este "cleavage" separa claramente al PAN del PRD o de Alternativa, mientras que otros partidos, especialmente el PRI, no son fácilmente encajables en este esquema. Debe existir, por lo tanto, otro gran "cleavage" que lo explique.

Ese "cleavage" adicional es, por supuesto, la relación con el pasado político mexicano. Las convicciones democráticas y el estado de derecho frente a la resignación con el sistema político basado en la simulación y los intereses particulares. La responsabilidad política frente al populismo. O, dicho en términos quizá excesivos pero muy gráficos, el futuro frente al pasado. Nuevamente, muchas cuestiones se polarizan respecto a este cleavage, como son las reformas políticas y administrativas o el funcionamiento de los monopolios estatales.

Este cleavage separa al PRI de otros partidos como el PAN o Alternativa, y en este caso quien queda poco definido es el PRD.

Y aquí surge la reflexión interesante. Si, como decimos, la tendencia natural de los "cleavages" es a alinearse, ¿cómo se alinearán en México los cleavages "conservador/progresista" y "demócrata/no demócrata"? ¿La evolución será a "conservador y demócrata/progresista y no demócrata" o a "conservador y no demócrata/progresista y demócrata"? ¿O quizá nunca se alineen los cleavages y simplemente uno de ellos, el segundo, acabe desapareciendo? La respuesta no es sencilla, y de ella depende el panorama político de las próximas décadas. Lamentablemente los últimos acontecimientos políticos van claramente en la dirección de alinear "progresista" con "no demócrata" (tal como comentaba en el post sobre el simulacro de juramento de AMLO), lo que al final se traducirá en un plus de legitimidad muy grande para el PAN, y en que quien quiera votar "modernización política" no tenga más remedio que votar "conservadurismo".

 

"Cleavage dynamics"

Un concepto importante en ciencia política es el de "cleavage" (dífícil de traducir, por cierto; podría usarse "brecha" o "fractura", pero ninguno de esos términos es común en los escritos en castellano y por eso uso el término original en inglés, más usual). Podría definirse "cleavage" como un asunto político que divide a una sociedad en grupos de intereses contrapuestos, tal como los "cleavage" izquierda/derecha, campo/ciudad, centro/periferia, progreso/tradición, etc. Generalmente, en una sociedad hay varios "cleavages", pero solo uno o dos definen la escena política, y en democracia el sistema de partidos suele ser un reflejo fiel de esa situación.

Por ejemplo, en España el gran "cleavage" tradicional es entre izquierda/derecha (herencia, aunque muy modificada, de los bandos de la guerra civil, que a su vez puede retrotraerse a la situación política del siglo XIX español), que se refleja en los dos grandes partidos nacionales, y adicionalmente existe en algunas regiones un "cleavage" identitario (español/catalán, español/vasco) que se refleja en la existencia de fuertes partidos nacionalistas.

El concepto de "cleavage" tiene una gran capacidad descriptiva y explicativa, por lo que resulta muy útil en ciencia política. Los "cleavages" evolucionan muy lentamente (al ritmo que evolucionan las sociedades, que es mucho más lento del ritmo al que evolucionan las situaciones políticas), pero a pesar de ello, o precisamente por ello, tiene un gran interés estudiar esa evolución. De hecho, una de las herramientas más poderosas para comprender las evoluciones políticas a largo plazo es precisamente el estudio de esa evolución, lo que se conoce en ciencia política como "cleavage dynamics".

Toda esta introducción teórica tiene por objeto, simplemente, aclarar la reflexión siguiente sobre los "cleavages" principales de la sociedad mexicana y su posible evolución, pero eso será objeto de una nueva entrada en este blog, para que no sea excesivamente larga.

 

La simulación en política y la credibilidad de las instituciones

En un post anterior hablaba de la democracia como "un sistema para desalojar gobernantes del poder de manera pacífica", basado en la elección mayoritaria como fuente de una legitimidad muy grande para el nuevo gobernante. Casi proféticamente, decía que "es muy complicado para un candidato que no ha obtenido la mayoria proclamarse a si mismo como gobernador legítimo" (perdón por la autocita)

Precisamente ese término, "legítimo", ha utilizado AMLO en su simulacro de toma de posesión como presidente. Y no es casual, por supuesto, porque eso es lo que evidentemente no tiene: legitimidad (como dice el refrán: dime de qué presumes, y te diré de qué careces).

¿Cómo es posible que alguien se autoproclame presidente y "no pase nada"? Pues, precisamente, por la falta de credibilidad de las instituciones en México, producto de una tradición de "política simulada". Durante setenta años se han celebrado "elecciones" que no eran sino puros simulacros de elecciones, durante años han exisitido supuestas garantías legales que no eran tales, supuestos servidores públicos que no servían a otros intereses que los suyos o los de quien allí los puso, etc. etc. La credibilidad de las instituciones es un requisito para que exista una democracia real, pero en lugar de colaborar en ello, con su simulacro de juramento AMLO no ha hecho sino apoyarse en la larga tradición de "política simulada" mexicana y utilizarla para su provecho.

En la principal disyuntiva política mexicana actual, entre democracia y oligocracia, entre progreso y estancamiento, entre futuro y pasado, AMLO ha tomado una postura clara y definitiva. Lamentablemente.

 

De vuelta

Razones personales me han mantenido apartado de mi afición (porque no es otra cosa) de escribir comentarios políticos sobre México como si tal cosa. Afortunadamente (para mí, por supuesto) estoy de vuelta y con intención de retomar este blog.

Evidentemente, no queda mucho que comentar sobre la campaña a la presidencia, que era la razón inicial de este blog, pero no por eso la política mexicana deja de tener cuestiones interesantes que analizar. Más bien al contrario: los acontecimientos se han desarrollado de tal forma que la situación actual es complicada, confusa e inestable, y en momentos así es cuando más interés puede tener la reflexión política.