lunes, junio 19, 2006

 

El voto útil y la reforma de las instituciones

Enlazando con el tema del anterior post, es claro que México necesita una reforma de muchas de sus instituciones políticas, y que el próximo mandato presidencial va a ser crítico en esa reforma.

En alguno de sus últimos discursos, Patricia ha explicado las líneas generales de las reformas que ella propone, con unas directrices de profundización en la democracia efectiva y simplificación del sistema. Otros candidatos también han tratado el tema, si bien no le han dedicado demasiado tiempo ya que es un asunto difícil de explicar y con poca "rentabilidad electoral". Es una cuestión compleja, que no es posible tratar aquí con detalle, pero diré que, personalmente, las propuestas que más me gustan a este respecto son las de Patricia, seguidas por las de Calderón, que si bien tiene un programa conservador en lo social que no comparto, si puede decirse que de los tres candidatos mayoritarios es quien mayor "cultura democrática" tiene. AMLO parece más preocupado por hacer propuestas demagógicas y populistas que por la política con mayúsculas, y Madrazo poco tiene que aportar en este asunto, ya que pertecene precisamente a la institución política más representativa y culpable de la falta de democracia real en México (el PRI, por supuesto)

¿Qué tiene todo esto que ver con "el voto útil", o con la defensa de la opción de votar por candidatos a priori minoritarios? Mucho, en realidad. En la reforma de las instituciones políticas, y en la evolución histórica de los sistemas políticos en general, tiene tanta o más importancia la legitimidad con que cuentan las reformas que el poder desde el que se llevan a cabo. Por poner un ejemplo concreto: una reforma del sistema electoral que beneficiara a los partidos mayoritarios sería mucho mejor recibida y aceptada si la sociedad aprecia que existe previamente un bipartidismo "de facto". Si, por el contrario, la sociedad aprecia que existe una diversidad de opciones, que son muchos los partidos con una representación significativa, "empujará" hacia reformas que den cabida a esa diversidad (fortaleciendo el parlamentarismo, creando una cultura política en la que los pactos entre partidos se vean como responsabilidad política y no como oportunismo ventajista, yendo hacia una elección a dos vueltas o abandonando la elección directa del presidente y dejándola en manos del parlamento, etc.)

Es otra más de las razones para decir no al voto útil. El resultado de las elecciones debe representar fielmente la diversidad de la sociedad mexicana, para que sea tenida en cuenta en la evolución política de México. Aún cuando ese resultado diverso y complejo se traduzca, por culpa del sistema electoral, en un "ganador" y muchos "perdedores". Precisamente para que eso no siga siendo así.

Comments:
Si al voto útil, porque en este deficiente sistema electoral que tenemos al no existir la posibilidad de una segunda vuelta los votantes indecisos y de los partidos que no tienen posibilida de ganar se pueden convertir en el fiel de la balanza.
Al no haber la posibilidad de votar por el candidato que más me represente en la 1era. vuelta y por el candidato que más me conviene que gane (o contra el que menos me conviene) en la 2da. vuelta, los electores tienen la posibilidad (y muchos lo hacen) de ejercer su voto útil (y hacer una especie de voto de 2da. vuelta de facto) el día de las elecciones.
Para que esto cambie se tiene que reformar la ley electoral e introducir la 2da. vuelta. ESTO NOS URGE (y nos daría mucha tranquilidad el 2 de julio).
Mientras no sea así, ni modo...
Mucha gente optará por ejercer su voto útil

Saludos!
 
Por supuesto, tienes razón en lo de que al no haber segunda vuelta, la gente se siente forzada a no votar por el candidato que prefiere, sino uno de los que tengan "posibilidades reales".

Pero ahí hay dos riesgos claros: Por un lado, ¿quien define que candidatos tienen "posibilidades reales"? Al no haber una primera vuelta para hacer esa preselección, las informaciones sobre esas posibilidades provienen de fuentes nada democráticas, muy susceptibles de ser utilizadas de manera interesada por quienes las controlan.
Por otro lado, al desviar los votos "minoritarios" a las opciones mayoritarias, al final los resultados de las elecciones tienden a polarizarse, a concentrarse fuertemente en dos opciones. Y ante unos resultados que sistemáticamente están tan polarizados, ¿qué argumentos quedan para defender que realmente hace falta una primera vuelta?

Cuanto más fielmente representen los resultados de las elecciones las preferencias reales de la gente, más fácil será forzar al cambio de los sistemas electorales que no se ajustan apropiadamente a esos resultados.

Un saludo,

José Luis
 
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