jueves, abril 27, 2006

 

La "abstención útil"

Quizá uno de los efectos más perniciosos del fenómeno del voto útil es, paradójicamente, la abstención. Es lo que llamo aquí, de manera irónica, "abstención útil".

Pensemos, por ejemplo, en las elecciones presidenciales estadounidenses en el estado de Texas. Según su extraño sistema electoral, el presidente se elige por mayoría de "votos electorales", y cada estado tiene un número de votos electorales igual al número de senadores y congresistas. En cada estado (excepto en Maine y Nebraska), todos los "votos electorales" van para el candidato que tenga la mayoría allí, de manera que da igual ganar por un voto que por un millón.

Texas, nuestro ejemplo, forma parte del "cinturón republicano" del sur, una serie de estados en los que tradicionalmente el partido republicano obtiene una cómoda ventaja. Tan cómoda, que los candidatos apenas se molestan en hacer campaña en esos estados, que los dan por ganados o por perdidos de antemano, y prefieren centrar sus esfuerzos en otros estados más "dudosos". Tan cómoda, que los propios electores dan por supuesto el resultado. Esto se traduce, entre otras cosas, en unos índices de participación bajísimos en Texas. Los demócratas texanos están tan convencidos de que "su voto no vale para nada", que muchos ni se molestan en emitirlo.

Esos índices de abstención tan altos... ¿son malos? Al fin y al cabo, si la participación fuera muy alta el resultado sería el mismo, ¿o no? Analicemos la situación. Como resultado de la "abstención útil" (abstención condicionada por las expectativas de resultados), tenemos un estado en el que los candidatos apenas se preocupan en hacer campaña y explicar sus propuestas; tenemos un estado en el que todo el mundo se resigna a conocer el resultado de las elecciones de antemano y muchos ni siquiera se molestan en votar. Y en el que esa situación tiende a perpetuarse, ya que los votantes demócratas siguen sin ir a votar y el margen por el que ganan los republicanos sigue siendo, elección tras elección, muy amplio. Tenemos un estado que, de manera efectiva, es como si no participara en las elecciones a la presidencia. Más de 20 millones de ciudadanos cuya opinión no cuenta. Y es solo un ejemplo.

¿Seguro que dá lo mismo no ir a votar porque nuestro candidato no va a salir?

Comments:
Yo no sé como es que la gente puede ser tan apática en relación a su voto. He aquí una consecuencia más del abstencionismo.
 
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